domingo, 30 de diciembre de 2012

Nunca lo entenderás.

Nunca lo entenderás. En el momento que nos alejemos, supongo que ya no estaré para decírtelo a sí que te deseo lo mejor. Deseo que me olvides, que me borres totalmente de tu mente y tu corazón. Y espero que cuando yo definitivamente no exista para ti, me veas, nos encontremos por la calle, que nos miremos y recuerdes vagamente a esa amiga, esa niña de catorce años que volcó todo su cariño en ti, que te ofreció su amistad sin límites, la que siempre estuvo ahí. Y deseo que me eches de menos, y recuerdes todas las palabras que te dije y ese número, lo feliz que te hice a veces y todo lo que hice por tí y me busques en cualquier sitio que se te ocurra y no me encuentres...Y entonces será cuando oigas mi nombre y te dé un escalofrío. 


Att: Andrea.

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