viernes, 19 de octubre de 2012

  Desde hace unos meses todo ha cambiado, he llegado a una conclusión que él lo ha cambiado todo, pero para bien...todo para bien. Porque empezó a convertirse en vivir con un subidón de lunes a domingo, no se podía soportar tanta felicidad en los huesos. No lo hiciste fácil, al contrario, pero conseguía reírme de todo lo malo antes de irme a la cama sabiendo que podría bailar en cada baldosa de las calles que nos separan jurando que todo estaría en orden. Ajustamos las cuentas y pagamos todos los platos que rompimos, la vajilla entera. Me hiciste volcar, alargaste los segundos y sonó distinto. Él, ojos azules y sonrisa de loco, paciente en mi portal y, por encima de todo, mi vista favorita de la ciudad. Si no te hubiese conocido no hubiese temblado en ese paso de peatones, no me hubiese girado mil y una veces para comprobar si venias. Me da igual cuándo empezaste a quererme, lo único que quiero recordar es que alguna vez lo hiciste. Tengo que darte las gracias. Porque cada vez que he estado a punto de caer, cada vez que el mundo se me ha echado encima, tú has sido mis cimientos. Porque cada día que quise rendirme tú me empujaste a seguir, siempre en el momento justo, en el preciso instante. Sé que no es fácil leerme entre letras, pero gracias por haber llegado a mi vida, por hacer que cada día merezca ser recordado, por conseguir que todos los días me vaya a la cama "y me de cuenta de que estás y espero que estés en todos los recuerdos que me hacen sonreír". 

                                                                   
                



             Hablar contigo...es eso lo que a mí me hace acostarme sonriendo más que cualquier otra cosa. A mí también me da ese vértigo pero ¿sabes qué? Estoy feliz a pesar de ese "miedo",  porque estoy contigo.

sábado, 13 de octubre de 2012

Yo mataré monstruos por ti.

No dejes que te eche de menos, ni un segundo más. No sabía en absoluto como afrontar la situación. Tenía la tonta idea de que el mundo se me iba a venir encima. Estaba pidiendo a gritos un abrazo infinito, uno que imagino y no sucede. Te necesitaba a ti, y a tus palabras. Se me hizo eterno no preguntarte que tal el día, si estabas bien, aunque sabía que no lo estabas, y yo tampoco. Sabía que ese momento que tanto añoraba llegaría, llegaría de un momento a otro y entonces, entonces volvería a sonreír como si no hubiese mañana. Sabemos que ni el tiempo se va atrever a separarnos, porque si nos conocimos es por algo. No dejes que se apague, vamos a luchar ambos, por eso que no hizo falta prometer, porque se cumplirá.  No me dejes sola en esta batalla, aunque me queden muchas fuerzas, sabes de sobra que contigo será todo más fácil, tu haces que todo sea mas sencillo y me das los empujones o me pones la zancadilla si hace falta, porque sí, porque te quiero, te querré hasta el fin de mis días. Y te daré esos motivos que me pides para que tu me quieras tanto como yo te quiero a ti. Sigue malgastando tu tiempo conmigo, por cada noche hablando, por cada buenos días acompañado con una sonrisa. Porque cada vez que te miro, o te veo sin verte, sé que te quiero, que me quieres, que nos querremos para siempre.