Día a día te das cuenta de quienes estuvieron en tu vida y ya no están, ni estarán. De los que no han estado antes y ahora están, y de todo lo que queda por llegar. No todos los días tienes ganas de levantarte y darle al mundo la mejor de tus sonrisas, pero qué menos que tomarte las cosas de otra manera, aunque no por eso dejen de doler menos... Hay que aprender a vivir con el pasado y sus consecuencias, a sobrellevarlo y mirar hacia delante, porque lo que ya está escrito no se puede borrar, y queda mucho por escribir en la historia de tu vida.
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