martes, 18 de junio de 2013

Patience.

A veces no nos damos cuenta de que somos un reflejo del mundo que nos rodea. Somos como nubes, volátiles, densas, efímeras. Somos como flores, nos asomamos cuando vemos el sol, pero nos ocultamos al ver la tormenta. Pero la comparación que más me gusta es pensar que somos conejos. Vamos de un lado a otro, rápido. Todo es rápido. Primero la acción, después el pensamiento. Creo que son pocas las veces que frenamos para pensar. ¿Cuándo empezó esto? No siempre tenemos la necesidad de adelantarnos. Vivimos corriendo una carrera imaginaria, que no tenemos necesidad de ganar. A veces no nos damos cuenta de que somos un reflejo del mundo que nos rodea. A veces no nos damos cuenta de que viene bien ser una tortuga de vez en cuando.
Paciencia.

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